Recomendaciones médicas para el tratamiento del lumbago
¿Qué es el lumbago?
El lumbago, definido también como
dolor lumbar, queda vagamente definido ante la percepción del mismo por los pacientes.
El lumbago es una de las patologías más frecuentes en la gente en edad económicamente activa pero que se de diversas ocasiones, teniendo principalmente un origen muscular, pero pudiendo presentarse asociado o no a patologías articulares de las estructuras óseas de dicha región (vertebras lumbares, discos intervertebrales, pelvis, región sacra), de órganos de las vías urinarias, genitales, digestivas crónicas.
No hay que confundir el dolor de origen lumbar y que presenta irradiaciones debido a las estructuras involucradas. Por ejemplo, una
hernia discal
que comprime la región sacra, y produce un dolor en la región perineal y se acompaña de la pérdida de control de esfínteres o dificultad para sentir los dedos de los pies.
Las columna lumbar
en conjunto, pertenece a una estructura compleja que en condiciones óptimas, permite una cantidad alta de movimiento dinámico soportando el peso del tronco y del cuerpo superior. Está constituida de 5 vértebras numeradas de 1-5 y precedidas de la letra L (L1,L2,L3,L4,L5), ligamentos que estabilizan sus uniones, los grupos musculares de la región vertebral, pero también de la región abdominal y región de miembros inferiores.
¿Cómo tratar el lumbago?
El tratamiento del lumbago, es principalmente conservador. Sobre todo al tratarse de un cuadro agudo y a un esfuerzo, asociado a malas posturas, traumatismos, caídas o golpes.
No obstante, los cuadros de dolor lumbar agudo
pueden presentare con lesiones discales
como hernias o por lesiones óseas e incluso fracturas tanto del cuerpo vertebral como de las facetas articulares.
Para su correcto manejo, requiere un diagnóstico clínico y por lo menos una radiografía, que si bien por defecto se suele hacer con el paciente acostado, se puede realizar en bipedestación y de manera dinámica si es posible (flexión y extensión). De este modo, se confirmará la integridad de la estabilización de la columna en su eje sagital (vertical). Es raro que en un manejo de lumbago
agudo se realice una Resonancia Magnética o una Tomografía Axial Computarizada para su diagnóstico y clasificación. Pero sí se realizan para confirmar alguna sospecha que se aprecie en la radiografía o que la intensidad del dolor y de la sintomatología acompañate, así lo hace parecer.
Según el diagnóstico etiológico del lumbago, el tratamiento conservador puede complementarse por una valoración por un Traumatólogo o Neurocirujano
para iniciar alguna terapia de fisioterapia, o valorar la necesidad de una cirugía.
Recordando que la mayoría de los cuadros de lumbago son por contracturas musculares, se suelen resolver al cabo de unos días con antiinflamatorios y relajantes musculares además de reposo y/o utilización de faja lumbar.
Prevenir el lumbago
Al ser un motivo de baja laboral frecuente, se recomienda educar a los trabajadores periódicamente sobre las posibles alteraciones posturales asociadas a su trabajo, respetando la utilización de equipos de protección si es necesario, así como guardias las precauciones en las zonas de seguridad o atención para evitar resbalones o accidentes laborales que terminen en un cuadro de lumbago.
Las medidas protectoras que se recomiendan de manera general a cualquier persona es la realización de actividad física regular (caminata, jogging) 30 min 3-4 veces por semana, evitando que sea de alto impacto y utilizando un calzado correcto, así como ejercicios de tipo core o posturales para fortalecer especialmente la región glútea y abdominal.
Las actividades deportivas como Yoga o Pilates, sesiones de quiropráxia y movilizaciones intensas no se recomiendan previo a una valoración médica para evitar lesiones.
Recuerda que para el manejo correcto del dolor lumbar
o lumbago, es necesario que consultes con un especialista de columna.