Los dolores de espalda afectan a cerca del 80% de la población en algún momento de su vida. En la mayoría de los casos estos problemas pueden resolverse satisfactoriamente mediante técnicas no quirúrgicas. Sin embargo en los casos más graves, y también más dolorosos, suele ser necesario realizar una cirugía de columna para resolver el problema.

La nueva herramienta quirúrgica no sólo aporta seguridad en las intervenciones, sino que además cuenta con una precisión microscópica y acorta enormemente el tiempo de operación y por lo tanto el sangrado. Además, en muchas de las cirugías evita la necesidad de aplicar anestesia general al paciente, bastando en muchas ocasiones con anestesia local y sedación. Todo ello permite garantizar el éxito de las cirugías realizadas con este nuevo dispositivo y, por si fuera poco, un ingreso hospitalario de apenas un día. La mejora respecto a las cirugías con métodos tradicionales es revolucionaria, ya que se garantiza el resultado de la operación, sin riesgos, y sin dolorosos periodos postoperatorios.