Si sufres de dolor lumbar persistente, la Terapia Intradiscal, puede ser la solución que está buscando. Este procedimiento mínimamente invasivo no solo identifica con precisión la fuente del dolor, sino que también ofrece alivio terapéutico, ayudándole a recuperar su calidad de vida.
La Terapia Intradiscal se realiza mediante una aguja fina guiada por imágenes que accede al disco intervertebral específico que se sospecha que está causando el dolor. Se inyecta un contraste seguro para visualizar la estructura del disco y confirmar el diagnóstico.
Además de su función diagnóstica, la inyección en sí misma puede proporcionar un alivio significativo del dolor. Esto se debe a que la técnica utilizada durante la Terapia Intradiscal puede ayudar a descomprimir el disco y reducir la presión sobre los nervios circundantes.
La Terapia Intradiscal se recomienda a menudo para pacientes con dolor lumbar persistente que no han encontrado alivio con tratamientos conservadores. Es especialmente útil para diagnosticar y tratar:
Se realiza en quirófano bajo anestesia local y sedación, para lo cual un estudio preoperatorio con el anestesista es necesario pudiendo realizarse unos días antes.
Durante el procedimiento también se utiliza un fluoroscopio para localizar la región a intervenir, realizando un marcaje antes de la colocación de las cánulas para introducir los materiales de discografía y controlando con el mismo el procedimiento para evitar errores y tratar segmentos que no se encuentran afectados.
El procedimiento suele durar entre 30-50 min, en promedio y consiste en la visualización por contraste y correlación de la sintomatología al aumentar por volumen del líquido de contraste la presión intradiscal del disco que produce síntomas.
Antes de realizar este procedimiento, se recomienda una valoración médica correcta y tener una faja lumbar con refuerzo posterior apropiada.
El procedimiento tiene distintos protocolos que irán especificados según el estado de salud del paciente.
Es un procedimiento ambulatorio y se realiza el alta el mismo día de la intervención (4-6 horas después) y unas recomendaciones de reposo durante 15 días así como tratamiento médico para tratar la inflamación ocasionada por la intervención.
Después de los 15 días a la intervención, el equipo quirúrgico valorará su evolución y su postoperatorio se podrá comenzar a integrar con medidas de fortalecimiento muscular, recomendaciones nutricionales o control radiográfico con 2 valoraciones previstas al mes y a los 3 meses de la intervención, aunque, de ser necesario, se valorará la situación del paciente en todo momento, sobre todo si circunstancias fuera del protocolo pudieran aparecer como caídas en casa, infecciones asociadas al procedimiento o dolor de difícil manejo por intolerancia a la medicación o efectos secundarios a los medicamentos.
En Biziondo, contamos con un equipo de expertos en columna vertebral que utilizan las técnicas más avanzadas para diagnosticar y tratar el dolor lumbar. Si buscas una solución efectiva y duradera para su dolor, la Terapia Intradiscal puede ser la respuesta. Ponte en contacto con nosotros para una consulta personalizada.
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