Las intervenciones quirúrgicas presentan una amplia gama de indicaciones y de necesidades para corregir el problema agudo o crónico.
En lo que respecta al tratamiento quirúrgico de columna, gracias al avance en las ciencias de biomédicas, ingenierías, así como mejoras en los protocolos y calidad en las pruebas de imagen, es posible realizar antes de una intervención todas las previsiones sobre el material que se va a requerir, el tiempo de cirugía aproximado así como mejorar la elección de un abordaje menos agresivo tratando la patología completamente permitiendo llegar en estos momentos a una efectividad que algunas décadas atrás era difícilmente imaginable.
Es una intervención quirúrgica que se realiza a nivel cervical para tratar patologías de los discos acompañadas de compresiones neurológicas de los nervios o del canal medular. También si existen formación de hueso (osteofitos) acompañadas o no de la afectación discal compresiva.
Esta intervención se indica en los cuadros dolorosos asociados a patología de los discos intervertebrales u osteofitos a nivel cervical.
Las lesiones pueden producir diversos síntomas o incluso cursar asintomáticas pero pueden asociar a cambios en la biomecánica de la columna cervical y limitar su movilidad o favorecer a la formación de degeneración articular formando osteofitos que en cuadros graves y complejos, pueden acompañarse de afectación neurológica o mielopatía-
Se realiza en quirófano bajo anestesia general para lo cual un estudio preoperatorio con el anestesista es necesario pudiendo realizarse unos días antes.
Durante el procedimiento también se utiliza un fluoroscopio para localizar la región a intervenir, realizando un marcaje antes de introducir los materiales e instrumentos quirúrgicos, y controlando con el mismo el procedimiento para evitar errores y tratar segmentos que no se encuentran afectados.
El procedimiento suele durar entre 60-90 min en promedio, consiste en realizar un recalibraje central y foraminal con colocación de una caja intersomática fija o prótesis cervical, liberando los nervios y retirando los tejidos de disco u óseos que produzcan las compresiones.
Antes de realizar este procedimiento, se recomienda una valoración médica correcta y tener un collarín suave cervical.
El procedimiento tiene distintos protocolos que irán especificados según el estado de salud del paciente. Es un procedimiento presenta una respuesta rápida permitiendo realizar el alta al día siguiente de la intervención.
Se indicarán unas recomendaciones de reposo durante 15 días así como tratamiento médico para tratar la inflamación ocasionada por la intervención.
El seguimiento se realizará a los 15 días para valorar la correcta cicatrización de la herida quirúrgica, así como un control radiográfico para realizar un examen comparativo con las realizadas el día de la intervención.
Durante el mismo, se recomienda utilizar el collarín suave de manera permanente. Se realizarán consultas con el equipo quirúrgico al mes y a los 3 meses posteriores a la cirugía para valoración de la consolidación del material e inicio de tratamiento en conjunto con equipo de fisioterapia, siendo en todo momento posible valorar la respuesta y la situación clínica y radiológica del paciente si llega a ser necesario.
Recuerda que esta información está hecha con fines de divulgación y que sólo un especialista en columna vertebral, indicará cual es el tratamiento oportuno para tu problema de columna vertebral.
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Instituto Francés de Columna Biziondo