Se ha demostrado que la postura que se adopte al dormir influencia directamente la salud y la movilidad de la columna vertebral.
Una postura inadecuada para dormir puede conllevar compresiones o estiramientos prolongados de diferentes estructuras de su columna y puede hacer que usted se levante con dolor. Estas mismas posiciones, pueden a la larga favorecer la aparición de artrosis y de restricciones de movilidad en la vida cotidiana.
Cada uno duerme de manera diferente. Si bien es mejor elegir las posiciones recomendadas para dormir, puede ser difícil para quienes encuentran la nueva postura a adoptar tan estresante como el dolor que están padeciendo. Por lo tanto, si una postura para dormir no le resulta cómoda, probablemente no sea adecuada para usted. La mejor postura para dormir es aquella que respete la anatomía de la columna vertebral.
La postura sobre el vientre es la menos ergonómica.
La clave para una buena postura es la alineación: mantener las orejas, los hombros y las caderas en línea recta (más o menos). Naturalmente, habrá espacios entre los espacios de su cuerpo y el colchón.
Es difícil cambiar su postura para dormir, para disminuir las fuerzas ejercidas sobre la columna puede posicionar cojines como se indica a continuación:
Las personas suelen moverse cuando duermen. Por lo tanto, no vale la pena preocuparse y agregar más estrés por mantener una posición para dormir. En caso de que se mueva, tenga más almohadas a su alrededor que pueda usar para ayudar a apoyar las áreas vulnerables en varias posiciones para dormir.
Solo tendrá un soporte óptimo si tanto el colchón como su soporte son de buena calidad, compatibles y funcionales. También es recomendable cambiar un somier de láminas después de 15 a 20 años de uso y un colchón generalmente después de 10 años.
Aproximadamente el 40% del peso corporal se encuentra en la pelvis. Si duerme en un colchón que es demasiado blando, su cintura se hundirá excesivamente, lo que ejerce una presión innecesaria sobre los discos espinales en la región lumbar. Además, el colchón se desgasta más rápido. Si, por el contrario, duerme sobre un colchón demasiado duro, Sus hombros y caderas no se hunden lo suficiente y se despierta con dolores.
Son su peso y su morfología los que determinan el grado de firmeza del colchón que necesita. Si es bastante pesado y robusto, necesitará un apoyo más firme. Y si eres de complexión más bien delgada, un colchón suave será más adecuado para garantizar un buen descanso nocturno. Asimismo, según su morfología, un colchón suave puede ser bueno si sus caderas son más anchas que su cintura porque permitirá que su columna se mantenga recta mientras duerme. Si sus caderas y cintura ya están alineadas, un colchón más duro podría sentirse mejor porque le brindará más apoyo.
Una almohada debe posicionar su cabeza para que quede en una posición neutra. Por lo tanto, debe adaptarse a su posición para dormir. Si duerme boca arriba, use una almohada fina porque, demasiado gruesa, provocará una mala postura del cuello y los hombros. Sin embargo, si duerme de costado, utilice una almohada gruesa para que su cuello quede en ángulo recto con los hombros.
Para que su cuello esté lo más relajado posible, sus vértebras deben estar en su posición natural, lo que significa que su almohada debe llenar perfectamente el espacio entre su cabeza, el colchón y su hombro. Cuando lo haga, la cabeza descansará en una posición cómoda y saludable. Evite dormir boca abajo si tiene dolor de cuello, pues esta postura obliga a rotar la cabeza y podemos amanecer con dolores que se reflejan por toda la columna.
Instituto Francés de Columna Biziondo