Las hernias discales cervicales son comunes, más no siempre se tienen que tratar de forma quirúrgica.
Una hernia de disco cervical puede pasar desapercibida (esto es raro), causar dolor(más a menudo) o signos neurológicos.
La hernia de disco y la discartrosis son expresiones anatómicas diferente de la misma enfermedad: degeneración del disco. Ambas pueden estar estrechamente relacionados, ya que la hernia puede ser el lecho de la discartrosis.
Durante mucho han sido confundidas; el concepto de hernia blanda (soft disc de los anglosajones) y hernia dura (discartrosis) ayudaron a iniciar una distinción impuesta actualmente por el diagnóstico por imágen.
El anillo fibroso del disco acumula daño y luego se agrieta, lo que puede manifestarse como dolor de cuello.
Luego, el material del disco (a menudo del núcleo pulposo), cruza la grieta y emerge en el neuroforamen o espacio epidural anterior junto a la raíz correspondiente. Esto provoca una radiculalgia aguda más o menos grave. Algunas veces, el conflicto disco-radicular provoca un déficit motor o sensorial.
Muy raramente, el la hernia permanece central y es masiva, causando compresión de la médula espinal. Esta variante es muy rara porque el ligamento longitudinal posterior se desvía generalmente la hernia lateralmente, hacia el neuroforamen en contacto con un raíz del plexo braquial. La hernia está anatómicamente más o menos contenida. pero, por definición, el material del disco ha cruzado el anillo fibroso.
Hay cuatro tipos anatómicos de hernia de disco:
más a menudo referido como "protuberancia del disco".
La hernia de disco dura o "unco-discartrosis" es un reumatismo degenerativo, descrito como "una reacción osteofítica crónica, lentamente progresiva".
El anillos fibroso del disco se daña de manera progresiva y se fisura. Parte del material discal puede llegar a atravesar esta fisura y formar una hernia discal.
Progresivamente las mesetas de las vértebras adyacentes al disco degenerado reaccionan formando ostefitos marginales.
Sin embargo, las articulaciones uncovertebrales también están involucradas en el proceso patológico al sufrir una degeneración que deriva en una osteofitosis que se desarrolla tanto externamente hacia el foramen como posteriormente hacia el canal medular.
Cuando el disco intervertebral se fisura, puede manifestarse como dolor de cuello.
En el caso de c5-c6, suele localizarse en la parte paramedial posterior de la musculatura cervical, irradiándose hacia el hombro y región periescapular. El dolor cervical puede ir acompañado de dolor irradiado al hombro o al brazo sin ninguna distribución metamérica (figura1).
Luego, El material discal desplazado hacia atrás, los osteofitos o las partes blandas engrosadas del canal medular o del foramen, producen una compresión extrínseca de la raíz nerviosa.
Esto provoca una radiculalgia aguda más o menos grave. A veces, el conflicto disco-radicular conduce a un déficit motor o sensorial.
Si existe una hernia a nivel del disco C5-C6 se puede afectar la raíz C5 que sale por el foramen a este nivel o la raíz C6 que desciende a lo largo de la vértebra inferior.
El déficit motor que se puede presentar por afectación de las raíces nerviosas (atrofia, debilidad, hiporreflexia y fasciculaciones) en los grupos musculares dependientes del correspondiente miotoma afectado en cada nivel:
Muy raramente, la hernia permanece central y es masiva, causando compresión de la médula espinal. Los síntomas de la mielopatía espondilótica varían de un paciente a otro; suelen presentar debilidad de manos y extremidades inferiores. Indican que su escritura ha empeorado durante las últimas semanas o meses, dificultad para sujetar objetos o adormecimiento difuso de las manos. Es frecuente que tengan una dificultad cada vez mayor para mantener el equilibrio.
Esta información es de carácter informativo y no sustituye al consejo médico. Siempre es necesario consultar a un especialista en columna vertebral
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