El dolor lumbar en ocasiones puede acompañarse de sensaciones desagradables en forma de hormigueo llamadas “parestesias” que pueden ir desde un cosquilleo hasta una sensación de ardor o quemazón. Estas formas de dolor pueden ser muy molestas y perturbar las actividades de nuestra vida cotidiana, nuestra calidad de vida y nuestro estado de ánimo.
Causas de ardor en la espalda
En la mayoría de los casos, la sensación de ardor traduce una
afectación de alguna terminación nerviosa, bien por “pinzamiento” (compresión de un nervio) o por enfermedades como la esclerosis múltiple o las neuropatías centrales o periféricas. En casos más raros, puede tratarse de un problema renal, infección de la columna o un tumor.
Cuando la
irritación de terminación nerviosa es de
origen mecánico (excluyendo enfermedades inflamatorias), varios problemas estructurales pueden provocar dolor en la espalda:
- Discos rotos: los discos son “amortiguadores” que se encuentran entre dos vértebras. Si el disco se rompe y pierde altura, habrá más presión sobre los nervios.
- Hernia de disco: de la misma manera que un disco roto, una hernia de disco también puede producir más presión sobre un nervio, y si está extruída la simple presencia de material discal irrita el nervio.
- Ciática (afectación de las raíces nerviosas L5 o S1) o cruralgia (afectación de las raíces L3 o L4): un disco herniado que presiona un nervio causa un dolor agudo y punzante que viaja a través de la pierna, o sensaciones desagradables tipo hormigueo o quemazón.
- Artrosis de la columna vertebral, osteoartritis o espondiloartrosis: Se trata de un proceso degenerativo lentamente progresivo relacionado con la edad (“desgaste”). En algunos casos, el espacio alrededor de la médula espinal se estrecha. Esto se conoce como estenosis espinal. La artrosis puede también dar lugar a formación de osteofitos que produzcan una estenosis foraminal y compriman las raíces nerviosas.
El dolor que baja por la pierna puede acompañarse también por una pérdida de sensibilidad a lo largo del trayecto del dolor. El dolor es más o menos incapacitante dependiendo de la intensidad del dolor. La intensidad del dolor no es, en sí misma, un signo de gravedad.
También podemos observar una disminución de los reflejos de la rodilla o del talón (buscados con el martillo de reflejos) que no corresponde a un signo de gravedad.
Dos situaciones mucho más raras se traducen en un daño más severo del nervio y deben consultarse con urgencia:
- Una disminución de la fuerza en uno o más músculos de la extremidad inferior.
- Trastornos de lo esfínteres.
¿Cuándo consultar un médico?
Debes buscar ayuda médica si experimentas entumecimiento u hormigueo, o si el dolor de espalda:
- No mejora con descanso
- Después de una lesión o caída
- Con entumecimiento en las piernas
- Con debilidad en las piernas
- Con pérdida de control de los esfínteres
- Con fiebre
- Con pérdida inexplicable de peso
¿Qué hacer para mejorar el ardor de la espalda?
- Evalúa tu postura: la mala postura puede contribuir al dolor de espalda. De hecho, mantener la espalda redondeada cuando está sentado o de pie puede aumentar la tensión en los músculos y ligamentos. Adoptar una buena postura ayuda a mantener las estructuras de los músculos y ligamentos, lo que ayuda a prevenir el dolor.
- Sé más activo:
muchas personas, debido a su estilo de vida sedentario, pasan demasiado tiempo sentadas y no hacen suficiente ejercicio, lo que puede provocar dolor de espalda. El ejercicio es una buena forma de fortalecer los músculos y ligamentos, así como de mejorar la salud de los tejidos blandos y discos intervertebrales.
- Mantenga un peso saludable: el sobrepeso también puede contribuir al dolor de espalda. El peso adicional empuja la pelvis hacia adelante, lo que ejerce una presión adicional sobre la espalda.
- Consuma alimentos nutritivos: la ingesta adecuada de vitaminas y minerales mantiene los huesos, los músculos y las células nerviosas sanos, mejora la circulación y promueve el proceso de curación. También se sabe que el calcio y la vitamina D previenen la osteoporosis, otra afección relacionada con el dolor de espalda.
- Reduzca su estrés: si tiene un estilo de vida estresante, es más probable que sufra de dolor de espalda. Los ejercicios de relajación y respiración profunda lo ayudarán a lidiar con el estrés y a mejorar su bienestar general.
- Evita fumar: Los estudios han encontrado que los fumadores tienen hasta tres veces más probabilidades que los no fumadores de experimentar dolor lumbar. El tabaco obstruye las arterias y hace que los tejidos estén peor nutridos y oxigenados, con lo que se pueden deteriorar de forma prematura.
Si te sientes identificado con algunos de los síntomas descritos anteriormente, no dude en ponerse en contacto con el Instituto francés de columna Biziondo al teléfono 946 941 347
Recuerda que esta información está hecha con fines de divulgación y que sólo un especialista en columna vertebral, indicará cual es el tratamiento oportuno para tu problema de columna vertebral.