Inestabilidad de hombro

Inestabilidad de hombro

Se trata de luxaciones recidivantes del hombro. La movilidad del hombro es muy importante pero su sistema de estabilización es más frágil que el de la cadera, por ejemplo.


En otras ocasiones, la inestabilidad es responsable de un hombro doloroso puro. La inestabilidad suele ser más frecuentemente anterior y postraumática, y concierne frecuentemente a personas jóvenes.

Síntomas de la inestabilidad de hombro

La inestabilidad es frecuentemente indolora o poco dolorosa, a excepción de los accidentes de subluxación o luxación. Cuando existe dolor, se localiza generalmente en la cara anterior del hombro.


Se puede presentar bajo 2 formas clínicas:

• Verdadera luxación, frecuentemente de origen traumático, que requiere reducción por un médico en medio hospitalario.

• Múltiples episodios de subluxaciones reducibles (generalmente auto-reducidas por el paciente) que corresponden a una movilidad anormal de la cabeza humeral respecto a la cavidad glenoidea.


Se debe prestar atención particular a los a los pacientes con hiperlaxitud congénita (rotación externa superior a 90º con el codo pegado al tronco o posibilidad de poner el pulgar sobre la cara anterior del antebrazo) tanto para el diagnóstico como para la indicación terapéutica.

¿Cuáles son los exámenes complementarios a realizar en la inestabilidad de hombro?

Se realizan radiografías para investigar lesiones del húmero y de la escápula. Este examen no es suficiente para hacer un diagnóstico detallado de los ligamentos, tendones, reodete glenoideo y el cartílago. Se asociará sistemáticamente un artro-escáner para diagnosticar con mayor precisión las lesiones óseas y decidir por qué técnica quirúrgica se opta para estabilizar el hombro.

Tratamientos para la inestabilidad de hombro

Tras una luxación de hombro se procede generalmente a una reducción, que consiste en recolocar el hombro en su sitio, bajo anestesia general. El tratamiento no es una cirugía de urgencia, a menos que exista una lesión del rodete que impida la reducción de la luxación.


Después se requiere una inmovilización de 3 semanas con el brazo contra el cuerpo en rotación interna, para que la cápsula y los ligamentos puedan cicatrizar. Tras estas tres semanas, se inicia un programa de réeducación para rehabituar a la articulación del hombro a trabajar en una configuración correcta, mediante ejercicios de fortalecimiento muscular y propioceptivos.

A pesar de ello, la recidiva de luxación es del 30%. Tras dos episodios de luxación o subluxación reconocidos, se propone una solución quirúrgica.


Las principales posibilidades de estabilización son la intervención de Latarjet (bloqueo coracoideo) y la estabilización artroscópica o intervención de Bankart. La elección de la técnica quirúrgica se basa en criterios clínicos y radiológico

Bloqueo coracoideo (Latarjet)

Está indicada en deportistas y en profesionales que realicen gestos violentos con riesgo de arrancamiento (rugby, judo, voleibol, baloncesto, etc.) o cuando las lesiones de la glenoides o el húmero son importantes. A condición de que no exista hiperlaxitud.


La cirugía se realiza “a cielo abierto”. Se toma un trozo de hueso de la coracoides y se fija en la parte anterior e inferior de la glena. Esta intervención refuerza la estabilidad del hombro con un aporte óseo y tendinoso suplementario (tendón conjunto del los músculos bíceps y córaco-braquial.). Evita la luxación cuando colocamos el hombro en abducción y rotación externa.

La estabilización artroscópica o intervención de Bankart

Esta intervención está indicada más bien en deportistas sin impacto importante sobre el hombro o bien en casos de lesión ósea moderada, a condición de que no exista hiperlaxitud.


Consiste en reinsertar el rodete y el ligamento gleno-humeral inferior por vía artroscópica. Este gesto puede ir asociado a un relleno de la muesca posterior por medio del tendón del infraespinoso que recubre la zona de defecto óseo.

Modalidades de hospitalización y reeducación

Las intervenciones quirúrgicas descritas anteriormente pueden realizarse de forma ambulatoria sin ingreso. En ocasiones, en función de los antecedentes del paciente, pueden requerir una hospitalización de 24h.


Se realizan bajo doble anestesia. El brazo se anestesia para obtener un efecto prolongado (12h), para calmar los dolores postoperatorios. Se asocia una anestesia general para el confort peroperatorio.


Tras la intervención, se coloca una ortesis que mantiene el brazo pegado al tronco, durante 3 semanas para el bloqueo coracoideo y 6 semanas para el Bankart, para favorizar la cicatrización de los tejidos.


La réeducación se inicia de forma precoz y continuará hasta la recuperación total de la movilida de la fuerza (3 a 5 meses). Esta réeducación con el fisioterapeuta se completará con ejercicios de auto-réeducación.


Para la reanudación del trabajo físico y de las actividades deportivas no violentas hay que esperar unos 3 meses. Para los deportes de contacto, mecánico o de combate, 6 meses. Estos tiempos se indican de forma orientativa, siga las indicaciones de su cirujano.

Esta información es realizada por personal sanitario especializado con fines de divulgación y no sustituye consejo médico.

Si desea concertar una cita con nuestro especialista de hombro en Bilbao puede ponerse en contacto al teléfono 946 941 347 o desde el siguiente formulario

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