El procedimiento se realiza por vía posterior y presenta menor tiempo quirúrgico y menor sangrado intraoperatorio teniendo una duración de una hora y media. Los pacientes candidatos, no presentan inestabilidad de los segmentos vertebrales con anterolistesis ni retrolistesis, aunque en casos leves puede ser considerado por el cirujano, pues es el único que puede recomendar el tratamiento quirúrgico, una vez valorando el cuadro clínico de los pacientes y las pruebas de imagen correctas.
La cirugía de columna por vía posterior (por la espalda) y bajo anestesia general. Se retira el disco dañado, localizado previamente y durante el procedimiento con un fluoroscopio, después protegiendo las raíces nerviosas para no dañarlas y colocando una caja intersomática que permitirá abrir los forámanes que estaban cerrados o con pérdida de la altura. Después de coloca un Spacer entre el espacio interespinoso. Estos son de diferente tamaño y que, el cirujano para evitar descompensaciones del equilibro, deberá de seleccionar correctamente. Finalmente, el ligamento que está integrado en el spacer, permitiendo fijar correctamente el segmento vertebral.
Las ventajas de este procedimiento radican en que los músculos se regeneran más fácil y se puede integrar correctamente al ligamento de Dacrón, así como evitar el efecto degenerativo de los discos adyacentes que pudieran presentar los paciente a largo plazo. Al terminar la cirugía de columna, el paciente es capaz de ponerse de pie el mismo día con faja lumbar con refuerzo posterior, y requerirá controles radiológicos en las semanas posteriores para valorar la consolidación de la caja intersomática que suele a los 2-3 meses de la intervención.
Siempre se recomienda el seguimiento clínico con un equipo multidisciplinario formado por un médico, un cirujano especializado en columna y un fisioterapeuta, para individualizar el progreso y las metas de cada paciente durante el postoperatorio.